
Ahimsa significa no causar daño, sufrimiento o dolor a cualquier ser; y estamos hablando de no dañar de palabra, pensamiento o acto.
Es llevar el principio de la no violencia a su máximo grado de cumplimiento. Esto tiene su base en la idea de unidad de toda vida.
A medida que uno comienza a manifestar esta inofensividad, tanto en su relación con uno mismo como con el entorno, va descubriendo la crueldad que se encuentra en cada detalle cotidiano, pero al continuar con esta conducta, esa verdad que se devela ante nuestros ojos, comienza a transformarse en un sentimiento de amor, compasión y respeto hacia todos los seres.
De este modo, podemos hacer alquimia con pensamientos e ideas de ira y crueldad, arraigados en nuestros comportamientos, desarrollando naturalmente una actitud amorosa hacia todo lo existente.
El Amor es una de las leyes de la Naturaleza que todo lo vence. Vibrar el amor nos pone, entonces, en armonía con el Universo.